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El Modelo Constructivista de la Comunicación Aplicado en los MICT

Los MICT son instituciones productoras y reproductoras de cultura científica, son espacios de encuentro que propicia conocer y comunicar -socializar- el conocimiento científico producto de la historia del hombre, que como manipulación de la realidad ha sido abstraída y objetivada.

Esto sugiere que los diseñadores de los MICT han buscado expresar, a través de las exhibiciones -como medios-, la experiencia de su interacción directa o indirecta -a través de otros- con el conocimiento científico. Así, las exhibiciones, son el vehículo que permite comunicar el conocimiento científico, poniendo al visitante en contacto directo con los fenómenos de la naturaleza.

Para que esto sea posible, los diseñadores de las exhibiciones abstraen los fenómenos físicos, químicos, biológicos, etc., asimilándolos y acomodándolos a su estructura cognitiva, reestructuran su conocimiento de los mismos y lo socializan -comunican- entre los diferentes integrantes del grupo -científicos, educadores, comunicadores, etc.-. Así, el conocimiento científico es deconstruido y reconstruido grupalmente hasta que se logra objetivar con suficiente veracidad en dos productos; uno expresivo -textual u oral- y otro, a su vez producto del anterior, físico -material-, que es la exhibición misma.

Esa exhibición, vehículo de la comunicación científica, tiene características que posibilitan un contacto lo más real posible con el fenómeno de la naturaleza; por tanto, no imponen límites de interacción más allá de los que la naturaleza o la seguridad de los visitantes imponen. La exhibición es, además de vehículo, una excusa para la socialización de la ciencia, por lo que facilita la puesta en común de las ideas sobre ésta; permite que por lo menos dos individuos construyan y reconstruyan sus significados de ciencia en lugar de privilegiar la interacción individual. La exhibición es una excusa para que el guía o el profesor, como poseedores de una capacidad especial de comunicar el conocimiento, provean de saber a otros tantos -tal como lo plantea el constructivismo ausubeliano-.

Una exhibición se sirve del lenguaje en todas sus manifestaciones, éste es claro, ameno y preciso, y está al alcance de todos. Los textos que la acompañan no son instrucciones que inducen comportamiento, son preguntas que inquietan el pensamiento. Toda exhibición alude al símil, al ejemplo, pues sus diseñadores conocen la complejidad que entraña como realidad misma y saben que éstos son la forma más fácil de que lleguen a ser comprendidas. Los diseñadores saben que la ciencia es un producto histórico de la abstracción del hombre y por tanto toda exhibición está debidamente contextualizada.

El visitante es un ser social, un ser curioso e inquieto que va al museo por diversas razones -tal vez a aprender o tal vez a divertirse-, pero cuando se encuentra frente a una exhibición evidencia en ésta un reto, entonces, tratará de entenderla y de comprender el fenómeno que le presenta; por tanto él, de estar bien diseñada la exhibición, siempre se llevará algún conocimiento.

El hombre es un ser comunicativo por naturaleza y, a menudo, aprehende la realidad a través de otros; muchas veces aprende mejor indirectamente y necesita que alguien le explique ese algo. En este caso necesita de la instrucción, pero no una instrucción cualquiera; es la instrucción que entrega conceptos estructural y coherentemente organizados, adaptados para adecuarse a la estructura cognitiva del visitante, para que éste los asimile y acomode de una forma más eficaz, para que reestructure en verdad su conocimiento. Una estructuración adecuada de los conceptos que brinda una exhibición le proveerá al visitante una mejor forma de aprender -que es la forma científica-, y en la medida que el visitante sea consciente de este hecho aprenderá a aprender. Qué mejor forma de sensibilizar positivamente hacia la ciencia que permitiéndole al visitante, no sólo entender su naturaleza, sino, sobre todo, entender cómo los científicos la han hecho y descubierto.

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Entonces tenemos que:

El hombre es un ser producto de la cultura, de las relaciones histórico-sociales que el lenguaje a permitido construir y, por ende, es un ser comunicador por naturaleza. En tal sentido, la ciencia, como producto del hombre, es un hecho de la comunicación, de la socialización del conocimiento.

Los MICT, como espacios para comunicar la ciencia, son espacios para la socialización y re-creación del saber científico. Por tanto, los diseñadores de exhibiciones de los MICT, deben utilizar su potencial como estructuradores de contenidos científicos para ponerlos en común; para procurar generar en el visitante cuestionamientos sugerentes, para inquietarlo y llevarlo a reestructurar su conocimiento.

Para el logro de lo anterior, los MICT deben tener en cuenta que la creación de imaginarios positivos de la ciencia depende de en qué medida logren generar que el visitante asuma a la ciencia como algo ameno, divertido, entendible y aplicable; depende de si el visitante ha aprendido y ha aprehendido la ciencia, si la hecho suya. Sólo en la medida en que uno entiende algo se puede formar imaginarios positivos de ese algo, sólo en esa medida, también, se le puede criticar, modificar y controvertir. En este sentido, el objetivo primordial de los MICT debe ser educar; la sensibilización es un resultado necesario de esto.

Por tanto, partiendo de las premisas de que el visitante es un ser comunicador, que hace uso del lenguaje para comprender el mundo y socializar su conocimiento, y que no es un ser pasivo, que construye activamente su conocimiento a partir de sus experiencias previas, el MICT puede iniciar su papel como socializador de la ciencia.

Para construir el vehículo que va a transmitir el mensaje científico se deben tener en cuenta las siguientes indicaciones.

a) El mensaje debe ser claro, conciso y entendible para todos los públicos, debe hablar en el lenguaje del visitante.
b) El mensaje debe aludir a los prejuicios o preconceptos que el visitante pueda tener sobre el fenómeno que se va a transmitir. Para esto, los MICT deben sondear sobre el imaginario que la gente tiene sobre ese fenómeno en particular y a partir de éste plantear el cuestionamiento desequilibrante.
c) A través de la pregunta se debe generar en el visitante insatisfacción sobre sus prejuicios; así, se desconcierta y desequilibra la estructura previa de conocimiento y se abre paso a la equilibración.
d) Para que se produzca esa equilibración, es necesario que el mensaje muestre claramente los beneficios de la nueva teoría que plantea sobre los preconceptos del visitante.
e) La nueva concepción debe mostrar su aplicabilidad en contextos específicos, lo que facilitará la transferencia de ese nuevo conocimiento a situaciones semejantes.

Con respecto a la exhibición se debe tener en cuenta lo siguiente:

a) Teniendo en cuenta la tendencia que tiene el pensamiento humano de generalizar primero para luego particularizar, los contenidos debe ir de lo general a lo específico; con el fin de acoplarse a la estructura cognitiva del visitante.
b) La exhibición debe ser lo más flexible posible para proveer de múltiples caminos para llegar al aprendizaje y permitirle al visitante que realmente sea él quien construya su conocimiento.
c) La exhibición debe ser estructuralmente organizada y estimulante, debe invitar al visitante a que entre en contacto, a través de ella, con el fenómeno. Debe, en definitiva, apelar a la curiosidad del visitante, a su fascinación por el descubrimiento, a la motivación intrínseca que produce el ambiente lúdico que representa la exhibición.
d) La exhibición, ante su imposibilidad de comunicar más allá de lo que se le ha programado, debe propiciar el diálogo entre sujetos, debe ser una excusa para hablar de ciencia, debe facilitar los caminos para que se le utilice, como la herramienta pedagógica que es, en la socialización del fenómeno que a través suyo se hace evidente.
e) Las exhibiciones, en general, debe estar pensadas para ser abordadas desde el tipo de inteligencia más oportuna para el fenómeno que se va a comunicar. Aquí la teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner toma su máxima importancia, pues no todos los conocimientos son fácilmente transmisibles por los mismos medios, ni todos los visitantes aprenden de la misma manera.

Una vez la exhibición ha sido expuesta al público, éste entrará a interactuar con ella y se iniciará el camino del aprendizaje. Así, el visitante se verá atraído por el impacto visual de la exhibición, se verá tentado a explorarla, a recorrerla. Si lee, se inquietará con el cuestionamiento que se le presenta, si no lee y se haya directamente con el fenómeno mismo, tal vez sea éste el que lo inquiete y entonces necesitará saber más, leerá. Entonces, explorará libremente la exhibición; se hallará enfrentado al fenómeno, lo asimilará y cotejará la validez del cuestionamiento dado por la exhibición, reestructurará su conocimiento y comunicará sus conclusiones, puede que sea un diálogo consigo mismo o con otros, pero será la forma de probar la validez del nuevo conocimiento.

Cuando el visitante tiene a quien comunicar su nuevo saber, se podrá generar debate, intercambio de ideas, se socializará y consensuará la veracidad y aplicabilidad de las distintas teorías, lo que generará una reestructuración grupal del conocimiento, que a su vez se traducirá en cada uno en una reestructuración individual del conocimiento del fenómeno objeto de estudio.

La aplicación específica del fenómeno por parte de la exhibición le permitirá al visitante transferir más fácilmente el nuevo conocimiento a otras situaciones y ver que, en definitiva, la ciencia tiene un uso que es importante para el progreso de la humanidad de la que forma parte; pues es a través del entendimiento de la ciencia que el hombre puede transformar su conocimiento y a la vez transformar el mundo. En esta medida, el visitante entenderá la relevancia de la ciencia en su vida y la valorará como tal; estará sensibilizado hacia ésta.

Cuando son el guía o el maestro los encargados de la comunicación científica, estos deben tener en cuenta los aspectos antes mencionados para el mensaje, pero con la diferencia que éstos si pueden contrapreguntar luego de que el visitante a planteado su teoría sobre el fenómeno, lo que les permite ir más allá de los límites que les impone la exhibición, pueden ampliar la información haciéndola más digerible y clara para el visitante, pueden generar en éste una reestructuración más compleja y eficiente, permitiéndole acceder al conocimiento verdadero. He ahí la importancia de la instrucción, como método, en los MICT; he ahí la importancia de la socialización del conocimiento, pues la forma más perfecta del conocer está implícita en la comunicación, pues es a través de ésta, al utilizar los sistemas simbólicos de que ha proveído el lenguaje al hombre, que se puede crear y recrear, construir y deconstruir la realidad del mundo, que no es otra que la realidad objetiva que el hombre se ha transmitido a sí mismo a través de la historia.

 

PROPUESTAS GENERALES

  • Sobre la atracción de las exhibiciones. Teniendo en cuenta que la atracción que ejerce la exhibición sobre el visitante es lo que permite que éste se inquiete, sienta curiosidad y se acerque -el gancho que atrapa al sujeto-, es primordial que las exhibiciones sean altamente atractivas. Esto no quiere decir que sean espectaculares, lo que sugiere es que sean sensorialmente sugerentes, evocativas.
  • Sobre la importancia del guía como socializador del conocimiento científico. Si entendemos la importancia de la instrucción -tal como se observó en el marco teórico cuando se hizo mención sobre el constructivismo- en un Museo Constructivista, los guías, aunque también los padres y profesores, pero sobre todo los guías, tienen un importante papel en la socialización -la comunicación- del saber científico. Por tanto, sugerimos que se tenga en cuenta que haya, por lo menos, dos guías por sala, y que uno de ellos se encargue de hacer explicaciones periódicas de algunas de las exhibiciones; es decir que, por ejemplo, cada quince minutos ese guía explique una exhibición diferente, mientras el otro se preocupa por invitar a la gente a que escuche a su compañero o hacer lo propio con los que quieran saber más sobre otras exhibiciones.

    Es importante que se entienda esa explicación no como el acto retórico y magistral que podría sugerir, sino como un acto de socialización, de comunicación, de intercambio de significados respecto a la ciencia. Esto es que el guía invite a participar activamente al público en la discusión, que lo inquiete con preguntas significativas, que desequilibren conceptualmente, y que, en la medida de lo posible, aludan a la experiencia del visitante.

  • Sobre la debida contextualización del mensaje. Es de suma importancia que la información del fenómeno científico sea contextualizada; ya sea desde el desarrollo histórico, desde el científico que realizó el descubrimiento y/o sus implicaciones en el progreso o retroceso de la humanidad. Recordemos que todo es producto histórico de algo; los descubrimientos, los inventos, la ciencia en general es el resultado del conocimiento del hombre sobre su realidad y la posterior socialización de éste.
  • Sobre la Claridad del mensaje. La claridad de los contenidos es de vital importancia para que se comunique correctamente y sin ambigüedad el mensaje científico; de ésta depende que el visitante se lleve una información veraz sobre el fenómeno de la exhibición. Si este cometido se cumple, seguramente el mensaje no se va a prestar a interpretaciones confusas.

    Claridad quiere decir, en términos generales, "expresión al alcance de un hombre de cultura media... Conceptos bien digeridos, exposición limpia, es decir, con sintaxis correcta y vocabulario o léxico al alcance de la mayoría". Por esto es necesario evitar caer en tecnicismos, anfibologías y cacofonías, etc., que entorpezcan la interpretación del mensaje.

  • Sobre la interacción visitante-exhibición. El término interacción implica un intercambio consensuado de acciones entre dos o varios sujetos en un espacio y tiempo determinado. Partiendo de la definición misma de Maloka como centro interactivo, se debe privilegiar de manera significativa un alto nivel de libertad en la interacción con las exhibiciones; entendida como que se brinden varios caminos para llegar al conocimiento. Es de aclarar que, no necesariamente, es la interacción en un alto grado la que garantiza la comprensión óptima del fenómeno, es verdaderamente la exhibición en conjunto -con los demás ítems planteados en el presente discurso- la que posibilita realmente un éxito en la interacción del visitante con ésta.

    No se debe olvidar que ante todo la interacción apoya un proceso educativo, lo enriquece de manera lúdica y permite al visitante, desde la óptica constructivista, ser artífice de su propio conocimiento. De ahí, la importancia de plantear la interacción como una actividad libre y placentera, no como una serie de ejecuciones sobre un aparato que las operativisa de manera inmediata para dar siempre respuestas definidas. La interacción no se reduce a una relación acción-reacción. Por esto, se recomienda conceptualizar las exhibiciones de una manera que permita la exploración de diferentes alternativas a la hora de jugar con ellas. La interacción debe proporcionar la posibilidad de equivocarse, de perderse en el camino, de abordar la exhibición en diversos sentidos, de manera que al visitante se le proporcione la libertad de que sea el mismo, en la medida de lo posible, quien fije las reglas del juego.

  • Sobre la aplicación de los fenómenos. La explicación de la aplicación del fenómeno o adelanto tecnológico permite aterrizar, de manera específica, el concepto al que se refiere la exhibición. En este sentido, la mejor manera de llegar a una aplicación es por medio de la ejemplificación; pero no cualquier ejemplificación, nos referimos a aludir a la experiencia anterior más cercana que pudiera tener el visitante. Por esto es tan importante referir los fenómenos a la cotidianidad inmediata del visitante o en su defecto remitirla al contexto amplio más inmediato, es decir, su ciudad o su país. La formación de un concepto nuevo se hace más fácil a través del símil, de la metáfora, del ejemplo.

    La importancia de evidenciar la aplicación de los fenómenos, descubrimientos o inventos científicos y/o tecnológicos radica en que, más allá de crear un imaginario positivo sobre estos aspectos, Maloka debe mostrarle al visitante que la ciencia es útil, es válida; que es realmente importante para el país y para la humanidad. Un visitante que entienda que la ciencia le es útil se verá más motivado por conocer más de ella para aprovecharla y, además, será crítico frente a sus usos y, por tanto, luchará para que cada día se le de -a la ciencia- un espacio más importante en el país.

  • Sobre la utilización efectiva de los elementos informativos en la exhibición. Aunque la exhibición utilice varios medios para comunicar el fenómeno, estos medios deben estar estructurados de tal forma que no sean reiterativos es decir, que se complementen. Teniendo en cuenta el bajo nivel de lectura en los visitantes, se debe privilegiar otros tipos de medios que amplíen la información textual que acompaña la exhibición. Nos referimos a grabaciones o videos que hagan uso de la riqueza de su lenguaje para proporcionar un mensaje atractivo, claro y conciso.
  • Sobre la construcción grupal del conocimiento a través de las exhibiciones. La única forma de construir el conocimiento grupal no es a través del guía. De hecho investigaciones en otros museos han descubierto que las exhibiciones se vuelven potencialmente más educativas en la medida en que son abordadas por parejas, puesto que discuten sus impresiones respecto al fenómeno explicado por éstas. La propuesta sería que se estimulara la construcción de exhibiciones diseñadas para facilitar la interacción grupal, lo que, a su vez, permitiría la construcción social del conocimiento.
  • Sobre el profesor como difusor del conocimiento científico. Así como la enseñanza de la ciencia ha salido del aula de clases con la incursión de los MICT, sugerimos que el profesor también salga del colegio y se convierta en un educador innovador, en un educador social; es decir, que a la vez que utiliza a Maloka como herramienta para enseñar a sus estudiantes, también lo haga con el público en general. Lo mismo cabe para los científicos cuando deseen presentar sus trabajos. En este sentido Maloka podría proveer de espacios especiales para el debate y la comunicación del saber científico especializado.
  • Sobre el papel reeducador de los MICT. Teniendo en cuenta que la educación formal a viciado la forma de aprender de los colombianos; pues ha privilegiado un aprendizaje pasivo, memorístico y re-productivo en lugar de una activo y reconstructivo, el principal problema con el que se enfrenta Maloka es el de reeducar a los visitantes en cuanto a sus formas de aprender, es decir, generar que a través de las exhibiciones encuentren nuevos métodos de aprender a aprender, que en definitiva es el objetivo principal de la teoría constructivista. En este sentido proponemos que las exhibiciones evidencien, hasta cierto punto, formas activas y reconstructivas de aprender a aprender; puede que sea mostrando diversas formas de solucionar problemas, lo que le proporcionaría al visitante antecedentes para transferir esa experiencia a casos específicos de su vida cotidiana.
 
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