DE
LOS MUSEOS INTERACTIVOS
Para conocer qué
son los museos interactivos tendríamos que empezar por
conocer su historia y la definición actual que de estos
tienen los museólogos. Basándonos en los conceptos
del Consejo Internacional de Museos (Icom), podemos entender al
museo (en general) como una institución cultural
con carácter permanente, abierta al público, sin
fines lucrativos, donde se conservan, estudian y, en parte, se
exponen los testigos materiales de la evolución del universo,
de los ambientes físicos, biológicos y sociales
del mundo pasado y actual y de las realizaciones del hombre a
lo largo de su existencia.
Sin embargo, la anterior
definición dista de lo que son los Museos Interactivos
actuales, de tal forma que haremos una aproximación a la
historia que llevó al desarrollo de dichas instituciones
para volver a una conceptualización algo más específica
con el fin de entender la dimensión y objetivos de estos
museos
Como consecuencia de
la Revolución francesa y por influencia de los enciclopedistas,
se crea el Museo del Conservatoire National des Arts et Métiers,
cuyo origen se encuentra en un decreto de la Convención
del diez de octubre de 1794. La función principal de este
conservatorio era el de ser un depósito público
de máquinas, herramientas, modelos, diseños, descripciones
y libros de todos los géneros de artes y oficios. Era ésta
pues una institución en la que se buscaba enseñar
a los nuevos técnicos el funcionamiento de dichas máquinas
y herramientas
El impacto del Museo
del Conservatorio de Artes y Oficios de París a partir
de 1850, cuando empiezan a realizarse por primera vez sesiones
públicas donde se mostraban las máquinas en funcionamiento,
lleva a acercar al público en general al conocimiento de
las ciencias y las técnicas de la Francia de la época.
Sumado a esto se inicio la creación de exhibiciones temporales
de temas científicos e industriales en diversas partes
del mundo, es así como el interés por mostrar las
implicaciones sociales de la ciencia y la tecnología inquieta
a los museólogos en otras partes de Europa.
Fue precisamente una
exhibición mundial de las aplicaciones industriales de
las artes y ciencias la que, en (1851), en Gran Bretaña
crea la necesidad de constituir un Museo propio. El Science Museum
nace en 1857 con el fin de exhibir los inventos, máquinas
e instrumentos que estaban almacenados en el antiguo Museo de
las Patentes, así como los que siguieran surgiendo.
Del Conservatorio de
Artes y Ciencias de París, cuya función era educar
formalmente a los nuevos técnicos, al Science Museum británico
se abrió paso al concepto actual del museo de ciencias,
como un espacio en el que se acerca al público general
a los principios y leyes científicas.
Sin embargo, con el surgimiento del Deustches Museum en Alemania
(1906) se vuelve a retomar el enfoque educativo formal, convirtiéndose
en un espacio del pensamiento científico y tecnológico
nacional. Tras sobrevivir a la segunda Guerra Mundial, y luego
de ser reconstruido en gran parte, el Deustshes Museum inicia
una nueva etapa en la que incluye las contribuciones científicas
y tecnológicas de otros pueblos, dejando de lado su carácter
nacionalista y convirtiéndose en ejemplo de comprensión
mutua entre los pueblos del mundo.
Con la apertura del
Museum of Science and Industry de Chicago (1933) y el Palais de
la Découverte de París (1937) se abre camino al
concepto Science Centers como espacios de complemento a la enseñanza
formal de las ciencias e introduciendo métodos revolucionarios
en la enseñanza a través de la observación
y la experimentación. Jean Pérrin, fundador
del Palis de la Découverte de París, buscando atraer
la atención de los jóvenes a la práctica
científica realizó, por primera vez, una serie de
conferencias sobre ciencia apoyado en la idea del nuevo museo.
Como resultado de la
recopilación de las colecciones privadas de máquinas
e instrumentos científicos pertenecientes a nobles y aristócratas
de la Italia de varios siglos atrás, en 1947 se crea el
Museo Nazionale della Scienza e della Tecnica Leonardo da Vinci
de Milán, reconocido también por ampliar la función
del museo de ciencia al promover métodos didácticos
de enseñanza, como apoyo a la academia, así como
capacitación a docentes y particulares sobre temas específicos
de ciencia.
A partir de la década de los 60 el número de museos
dedicados a la ciencia y técnicas creció considerablemente
en Norteamérica y Asia. La causa en el aumento de estos
centros interactivos obedeció principalmente al bajo nivel
de interés por la ciencia, causado en gran parte por el
desconocimiento de la misma.
En Estados Unidos de
Norteamérica uno de los más notables casos en la
creación de centros de ciencia es el Exploratorium de San
Francisco (1969). Con su fundador, Frank Oppenheimer, el Exploratotium
desarrolla el concepto de manos a la ciencia, con
el cual se inicia la importante tarea de involucrar al visitante
como centro del proceso interactivo en la divulgación de
la ciencia.
Canadá no se
quedó por fuera de este movimiento y en el año de
1967 se creó el Ontario Science Center, originalmente instituido
con la tendencia del museo de ciencias histórico, es decir,
como un lugar destinado a la simple exhibición de piezas
significativas del desarrollo científico e industrial canadiense.
Sin embargo, dando notable giro, la políticas canadienses
de divulgación científica lo llevaron a convertirse
en ejemplo de este tipo de centros tras proponer que se involucrara
activamente al visitante, propiciando que éste se planteara
preguntas y dedujera sus propias respuestas.
En el caso de la India
lo que más vale la pena resaltar es la iniciativa gubernamental
de gestar un proyecto nacional de creación de este tipo
de centros. Es así como se crea una gran red de museos
de ciencia paralelos a institutos de investigación científica.
Por su lado Japón, tras la Segunda Guerra Mundial, inicia
una prolífera construcción de museos de ciencias,
más de 180 a 1997, cuyo mayor representante es el Museo
Nacional de Ciencia en Tokio (1931), institución que trata
de integrar la historia natural con la ciencia y la tecnología,
haciendo especial énfasis en los desarrollos nacionales.
La experiencia de los
centros interactivos de otras latitudes le dieron a Europa nuevos
elementos para continuar en su esfuerzo por generar museos de
ciencia que se acercarán cada vez más al público.
Uno de estos nuevos espacios es el Museo de las Ciencias de Barcelona,
abierto al público en 1981, que cuenta con salas de exposiciones,
de cine y de video, así como del forum, espacio dedicado
a la explicación de fenómenos científicos
a través de demostraciones experimentales.
El 14 de marzo de 1986
Francia sorprende al mundo con la apertura de La Cité des
Sciences et de lIndustrie de la Villette. Un centro interactivo
enmarcado dentro de lo que se podría denominar de tercera
generación, en el que se emplean los más avanzados
desarrollos audiovisuales producto de la informática y
las comunicaciones para sensibilizar al visitante con respecto
a la importancia de la ciencia y la tecnología.
Aunque muchos centros
o museos de ciencia en el mundo han seguido la línea de
La Villette en cuanto a la utilización de montajes con
recursos altamente tecnológicos, lo que ha generado un
amplio debate acerca de si es o no necesario espectacularizar
la ciencia para que la gente aprenda o se sensibilice, son muchos
los que han optado por una presentación más modesta
de los contenidos científico; en esa línea se han
mantenido muchos museos latinoamericanos he incluso el mismo Exploratorium
de San Francisco.
De otro lado, aunque
la participación activa del visitante en la interacción
con las exhibiciones ha mostrado algunas ventajas sobre el modelo
tradicional, también hay museos que sigue manteniendo el
empleo de métodos tradicionales de exposición. Son
ejemplos de esta línea conservacionista histórica
el Museo di Storia della Scienza de Florencia, el Tekniska Museer
de Estocolmo y el Musée dHistoire des Sciences de
Ginebra.
Con lo que respecta
a Latinoamérica, es Brasil el país que cuenta con
mayor número de centros de ciencia, más de 70, clasificados
por su pertenencia a las distintas generaciones, así como
por su especialización o integración en áreas
específicas de la ciencia. Se destacan Estação
Ciência, Casa da Ciência y el Centro de Ciências
do Estado do Río de Janeiro.
Estação
Ciência, inaugurada en 1987, inspirada en experiencias como
las del Exploratorium, La Villette y el Deutsche Museum, surgió
como una institución para contribuir a ampliar la cultura
científica de los ciudadanos envolviéndolos en los
procesos de elaboración de la ciencia, estableciendo contactos
con los fenómenos naturales, los principios físicos
y las nuevas tecnologías, bajo un ambiente lúdico
que estimula al visitante. Con la iniciativa del gobierno y empresa
privada brasilera, Estação Ciência, se ha
transformado en modelo para el desarrollo de otras experiencias
nacionales de popularización de la ciencia.
Por su parte la Casa
da Ciência y el Centro de Ciências do Estado do Río
de Janeiro trabajan cada una por la divulgación de la ciencia
a través exhibiciones interactivas y programas educativos
de apoyo a la educación formal. La primera, creada en junio
de 1995 busca ser un espacio para la realización de eventos
culturales de ciencia y tecnología que acerquen al gran
público y a los jóvenes a un contexto científico
reciente; y el segundo, con un trabajo de más de 30 años,
busca promover la actualización de los profesores de las
diversas áreas de la ciencia así como ampliar el
uso de la informática educativa en las escuelas.
En el caso mexicano,
en donde existen algo más de 18 museos y centros de ciencia,
sobresalen dentro de la tendencia Science Centers el Papalote
Museo del Niño y el Universum.
El museo del Papalote,
fundado en 1993 realiza una importante labor en la difusión
de la ciencia en el público infantil y juvenil, haciendo
énfasis en la dimensión recreativa de la ciencia
aunque sin abandonar la función educativa. El universum,
fundado en 1992 por la Universidad Autónoma de México,
se considera a sí mismo como un espacio educativo capaz
de divertir, entretener y estimular la imaginación y creatividad
de sus visitantes, sobre todo de los niños, quienes son
su público predilecto.
Venezuela, como la
mayoría de los países latinoamericanos, lleva muy
corto tiempo desarrollando proyectos de divulgación científica,
por lo que tal vez su caso más notable es el Museo de los
Niños de Caracas que surge como una gran puerta abierta
al conocimiento de la ciencia, la tecnología y el arte
en la sociedad actual. En este museo cada exhibición se
convierte en un experimento museográfico, el cual debe
ser científicamente exacto en cuanto a su contenido, contar
con una gran poder atractivo y mantener la atención del
visitante.
En Colombia, aunque han empezado a surgir pequeños museos
o centros de ciencia, sobre todo como efecto de la promoción
que de estos a hecho el Museo de la ciencia y el Juego de la Universidad
Nacional, son tres los casos importantes para resaltar: uno es
el ya mencionado y los otros son el Museo de los Niños
de Bogotá y el Centro Interactivo Maloka.
El Museo de los niños,
que abrió al público en agosto de 1987 fue el primer
gran experimento del tipo Science Center en Colombia. Surgió
con base en otros museos de este tipo como el Chindrens
Museum de Boston y el Museo de los Niños de Caracas, buscando
facilitar a la población en general el acercamiento a la
ciencia, la cultura y la tecnología mediante su lema "aprender
- jugando" .
Por su parte Maloka,
abrió sus puertas en diciembre de 1998 concibiéndose
como el primero de su tipo en el país. Con la concepción
ultramoderna del centro interactivo de ciencia y tecnología
y con su lema "prohibido no tocar" pretende que el visitante,
al entrar en contacto directo con sus exhibiciones, construya
su propio conocimiento científico.
Maloka, según
sus directivas, es la respuesta a la apropiación
social de la Ciencia y la Tecnología que necesita Colombia
con miras al futuro. Conocimiento, educación participación
y uso productivo del tiempo libre son ingredientes que hacen de
la visita a Maloka una experiencia inolvidable. El Centro Interactivo
de Ciencia y Tecnología es el ambiente ideal para explorar,
tocar, experimentar, comprender y familiarizarse con las ciencias
básicas y sociales... En Maloka se integran todas las manifestaciones
creativas del ser humano para crear el campo de experimentación
e investigación más importante del país y
de América Latina, dentro del marco del desarrollo sostenible.
Con respecto a Maloka,
espacio de desarrollo de la presente investigación, se
puede encontrar más información en su site
www.maloka.org.
Sin embargo, queremos terminar esta parte con la labor que ha
venido cumpliendo el Museo de la Ciencia y el Juego de la Universidad
Nacional de Colombia en la divulgación científica
a través de la red de museos interactivos regionales que
ha venido ayudando a crear en los últimos años.
En palabras de Julián
Betancourt, director del Museo de la Ciencia y el Juego, la
red es un gran esfuerzo que ha venido realizando el museo desde
hace varios años y que encontró, al cabo de la insistencia,
apoyo en esta década. Actualmente se tienen pequeños
museos interactivos en ciudades como: Bogotá, Barranquilla,
Pasto, Marsella, Pereira, Manizales, Neiva, Santa Marta y Valledupar.
Se han propuesto como
tareas formar personal idóneo para el manejo de los museos,
para el diseño y producción de sus propios montajes
interactivos, así como para el diseño y producción
de material impreso; con el fin de densificar los procesos de
información e interlocución tanto al interior de
la red como con los organismos nacionales e internacionales que
desarrollan trabajos complementarios a los planteados por esta.
Aunque son muchos los
centros y museos interactivos que han surgido en el mundo hemos
querido resaltar los casos más sobresalientes de cada país,
sabiendo que la mayoría se están quedando por fuera.
Sin embargo, el corto panorama presentado ofrece elementos significativos
para determinar los elementos comunes que todos ellos tienen,
sin desconocer que cada uno es una caso particular.
Tenemos como características
principales de los Museos Interactivos de Ciencia y Tecnología
(MICT) las siguientes:
- Los Science Centers
se preocupan por explicar la ciencia contemporánea,
su importancia y aplicación, a través de montajes
interactivos que distan de la concepción meramente
histórica del museo tradicional.
- En estos centros
interactivos los visitantes son motivados a participar, a
manipular las exhibiciones, a interactuar libremente con éstas.
- Las exhibiciones
están concebidas como objetos educativos, no como objetos
de colección.
- La función
educativa de las exhibiciones es reforzada con programas específicos
de apoyo a la educación formal.
- Sus contenidos
pueden abarcar diversos temas científicos y tecnológicos
a la vez, dedicarse a una rama específica del saber
científico como la física o la biología,
o especializarse en la explicación de los usos tecnológicos
en la industria.
Estas características
encierran la creación, desarrollo y concepción de
la filosofía actual de los Science Centers. Concibiéndolos
como una institución donde los principios básicos
de la ciencia y sus consecuencias, así como realizaciones
tecnológicas, son presentados en forma interpretativa y
en diálogo interactivo con el visitante, buscando
que éste razone a partir de lo que observa, plantee preguntas
y busque respuestas a través de nuevas observaciones.
La puesta en marcha
de los Science Centers respondió en gran medida -y aún
lo sigue haciendo- a una estrategia masiva de difusión,
para materializar de manera puntual lo que se ha llamado en algunos
casos popularización de la ciencia y la tecnología.
Respondiendo a políticas de los diversos gobiernos, y en
algunos casos a iniciativas de la empresa privada, las universidades
y otras instituciones, el desarrollo de estos centros ha sido
una herramienta de punta para la apropiación pública
de la ciencia. Popularización y apropiación son
apellidos que comúnmente han sido utilizados para designar
un mismo fin de los diversos centros de ciencia: acercar de manera
amena, pero a su vez seria, la ciencia y la tecnología
al público en general.
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